letras

letras

jueves, 4 de junio de 2015

MARGARITA

¿Recuerdas que querías ser una Margarita 

Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está, 
cuando cenamos juntos, en la primera cita, 
en una noche alegre que nunca volverá. 
Tus labios escarlatas de púrpura maldita 
sorbían el champaña del fino baccarat; 
tus dedos deshojaban la blanca margarita, 
«Sí... no... sí... no...» ¡y sabías que te adoraba ya! 
Después, ¡oh flor de Histeria! llorabas y reías; 
tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo; 
tus risas, tus fragancias, tus quejas, eran mías. 
Y en una tarde triste de los más dulces días, 
la Muerte, la celosa, por ver si me querías, 
¡como a una margarita de amor, te deshojó!

Ruben Dario 

viernes, 3 de abril de 2015

POEMA DE MARIO BENEDETTI "NO TE SALVES"

No te salves 

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti

GUERRA DE LAS MALVINAS

Las Malvinas, un año después

Un soldado argentino que regresaba de las islas Malvinas al término de la guerra llamó a su madre por teléfono desde el Regimiento I de Palermo, en Buenos Aires, y le pidió autorización para llevar a casa a un compañero mutilado cuya familia vivía en otro lugar. Se trataba -según dijo- de un recluta de 19 años que había perdido una pierna y un brazo en la guerra y que, además, estaba ciego. La madre, feliz del retorno de su hijo con vida, contestó horrorizada que no sería capaz de soportar la visión del mutilado y se negó a aceptarlo en su casa. Entonces el hijo cortó la comunicación y se pegó un tiro: el supuesto compañero era él mismo, que se había valiado de aquella patraña para averiguar cuál sería el estado de ánimo de su madre al verlo llegar despedazado. 
ésta es apenas una más de las muchas historias terribles que durante estos últimos doce meses han circulado como rumores en Argentina, que no han sido publicados en la prensa porque la censura militar lo ha impedido y que andan por el mundo entero en cartas privadas recibidas por los exiliados. Hace algún tiempo conocí en México una de esas cartas y no había tenido corazón para reproducir algunas de sus informaciones terroríficas. Sin embargo, revistas inglesas y norteamericanas celebraron este 2 de abril el primer aniversario de la aplastante victoria británica, y me parece injusto que en la misma ocasión no se oiga una voz indignada de la América Latina que muestra algunos de los aspectos inhumanos e irritantes del otro lado de la medalla: la derrota argentina.
La historia del joven inválido que se suicidó ante la idea de ser repudiado por su madre es apenas un episodio del drama oculto de aquella guerra absurda...

Gabriel García Márquez